A un paso de la guerra infinita

Llegar a Wakanda, a punto de Infinity War, nos ha tomado una década de héroes dispuestos a adaptarse a los tiempos y a las exigencias de su propio mundo y del nuestro.

- Por Luis Miguel Cruz

El llamado Marvel Cinematic Universe (MCU) es integrado por más de 70 actores principales y más de una decena de realizadores que nos han transportado por toda clase de aventuras y escenarios –desde el tradicional Nueva York, hasta las profundidades del espacio–. Tiene apenas una década de existencia, pero ya engloba casi una veintena de películas con las que acumula más de $13,000 MDD en taquilla mundial, así que bien podría catalogarse como el proyecto fílmico más ambicioso de todos los tiempos. Uno que está a punto de alcanzar su clímax: tardó menos de diez años en llegar al reino avanzado del rey T’Challa, pieza clave tanto en temas de diversidad y pluralismo dentro su universo, como de la narrativa de ese crossover masivo con el que ha soñado desde el principio.

Algunos piensan que el sueño de la guerra infinita comenzó con la escena poscréditos de Iron Man (2008), en la que Nick Fury nos advierte sobre la existencia de un universo mucho más grande: una “iniciativa” que pretendía “unir a un grupo de gente memorable para convertirse en algo más”.

Sin embargo, en realidad se remonta muchos años atrás con los propios orígenes de Marvel Comics.

Las bajas ventas de cómics llevaron a Marvel a la bancarrota en los 90. Una medida para solventar las pérdidas fue vender los derechos fílmicos de algunos de sus personajes. Las adaptaciones correspondientes llegarían unos años después y aunque los altos mandos de la editorial sabían que los efectos visuales del siglo XXI estaban listos para hacer justicia a sus impresos, temían que la esencia de los héroes se perdiera en algún punto de las producciones.