La Ruptura De Los windsor

A pocos días de celebrarse el aniversario luctuoso de Diana de Gales, sus hijos William y Harry han llegado a un punto que la royal jamás imaginó: convertirse en dos perfectos desconocidos.

- María Del Carmen López

Si un propósito tuvo Lady Di al conver-tirse en madre de los príncipes here-deros a la Corona de Inglaterra, fue formar una familia capaz de mantener una relación estrecha, meta que, al parecer, se cristalizó tras su muerte el 31 de agosto de 1997, ya que la tragedia unió aún más a los entonces pequeños William y Harry.

Lejos de separarlos, la dolorosa muerte de su madre los fortaleció.

Años más tarde, cuando Kate Middleton se casó con el mayor de los hermanos, la flamante pareja y Harry se volvieron inseparables, volcando todo su entusiasmo y cariño en proyectos altruistas en común con un propósito: preservar viva la memoria de la princesa Diana de Gales, quien siempre se preocupó por los más desprotegidos.

La princesa Diana y sus hijos, a principios de los años 90, cuando todo estaba en armonía.

Punto de quiebre

Pero si todo iba viento en popa, ¿qué lesionó su relación? No fue el hecho de que William, al ser el primogénito de Carlos y Diana, estuviera destinado a convertirse en rey, pues es un privilegio que Harry ha confesado no encontrar atractivo, y quizá hasta indeseable, como expresó hace algunos años en una entrevista concedida al canal británico BBC: “No deseo ser rey y no creo que nadie en mi familia quiera serlo, pero cumplimos con placer nuestras responsabilidades”.

Las muestras de cariño entre los príncipes han menguado desde 2018.