WIPLASH DEL ROCK TUMBADO AL TRAP & ROLL

Cuentan que se conocieron gracias a las redes sociales y a las mismas bendicen apenas las mencionan, porque sin éstas ni The dirt, el filme que retrata las hazañas de Mötley Crüe, jamás hubieran engendrado el concepto que los une bajo el mismo nombre que un tema clásico de Metallica (al que le borraron una de sus dos letras mudas). Juntos, esquivan las balas que les cuestionan sus actos con temple, seguros de sí mismos al definir sin traspiés su presente y futuro en pocas palabras: "somos Wiplash, lo que tocamos, principalmente, es rock y nos encanta experimentar con él”.

- Alejandro González Castillo

Smoke, JJ Moore, Daniel y Diego vivían en diversos puntos de la República Mexicana hasta que se juntaron para acumular números en redes sociales bajo una cuenta única. Desde entonces buena parte de su reputación ha crecido ahí, en el mundo virtual. Así que hoy día hablan de generar contenido y hacer música en el mismo nivel. Para ellos, los pulgares se ejercitan con la plumilla a la hora de formar un riff igual que sobre la pantalla del teléfono, al momento de digitar una @. Forman parte de una generación a la cual el rock parece importarle cada vez menos, sin embargo decidieron recurrir a él con tal de aprovechar su carácter promiscuo.

En ese sentido, la banda ya hizo suyo un tema de J Balvin (“Yonaguni”) y formó equipo con Adriel Favela para generar un “rock tumbado”, por ejemplo; aunque avisa que no planea detenerse ahí y que se encuentra “abierta a todas las posibilidades”. De hecho, los músicos subrayan sus límites drásticamente al contar que planean alcanzar “el cielo o la muerte”, así, en el mismo renglón, y rematan con un “llegaremos hasta donde nosotros mismos nos lo permitamos ”, completando que ciertos elementos de la música electrónica podrían acentuarse pronto. De momento, el cuarteto presenta Narvarte, el sucesor de RPDF, presumiendo que José Madero y Flip Tamez produjeron el álbum.