¿POR QUÉ DEBERÍAS PRACTICAR EJERCICIO A MEDIDA QUE ENVEJECES?

El paso de los años conlleva una serie de cambios propios de la edad que afectan a la movilidad, la fuerza y la resistencia, entre otros aspectos. En este escenario, la práctica de actividad física mitiga su impacto y, en muchos casos, los revierte.

- SILVIA ROJO

A medida que envejecemos, el cuerpo experimenta transformaciones natuArales que pueden parecer, a primera vista, limitantes. Sin embargo, la ciencia y la experiencia han demostrado que el ejercicio físico regular es una de las respuestas más efectivas para muchos de los desafíos asociados con el envejecimiento. Lejos de resignarnos a una vejez de inactividad y declive, el ejercicio nos ofrece la llave para desbloquear una etapa de vida caracterizada por la vitalidad, la alegría y el bienestar.

EL EJERCICIO EN LA MADUREZ

La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada semanalmente para adultos mayores, una meta alcanzable que puede adaptarse según las capacidades y preferencias individuales.

Desde mejorar la movilidad y la fuerza hasta prevenir enfermedades crónicas, el ejercicio es una fuente de rejuvenecimiento para el cuerpo y la mente. En la madurez, la actividad física tiene numerosos beneficios que van más allá de la mera conservación de la salud física:

● Mejora global de la salud física.

El ejercicio regular ayuda a prevenir y manejar enfermedades crónicas comunes en la edad avanzada, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y la osteoporosis. También puede ayudar a mantener y mejorar la movilidad, la flexibilidad y la fuerza muscular, lo cual es crucial para conservar la independencia.

● Beneficios cognitivos. Numerosos estudios han demostrado que la actividad física puede tener un impacto positivo en la salud cognitiva, incluyendo una mejora de la memoria y la concentración y una reducción en el riesgo de desarrollar demencia y un retraso en el declive cognitivo.