Se la arrebatan la fuerza de dos océanos, el Pacífico y el Atlántico, pero también dos Estados, el argentino y el chileno. Para llegar a Cabo de Hornos, su punto más remoto, uno debe atravesar Tierra del Fuego —un archipiélago compuesto por un rompecabezas de islas, montañas, fiordos, monumentales glaciares— para embarcarse en un buque pequeño capaz de navegar estas aguas poco profundas. El Stella Australis, con apenas cinco pisos y capacidad para 200 pasajeros, zarpa indiferentemente de Punta Arenas y Ushuaia, las ciudades más al sur del continente. Durante cuatro noches, se adentra en el paisaje patagónico en búsqueda del fin del mundo.
This story is from the Marzo 2020 edition of Revista Travesías.
Start your 7-day Magzter GOLD free trial to access thousands of curated premium stories, and 9,000+ magazines and newspapers.
Already a subscriber ? Sign In
This story is from the Marzo 2020 edition of Revista Travesías.
Start your 7-day Magzter GOLD free trial to access thousands of curated premium stories, and 9,000+ magazines and newspapers.
Already a subscriber? Sign In
Una expedición por la Patagonia
La tierra en la Patagonia está fragmentada.
En kayak por el río Colorado
Con más de 3 200 ríos catalogados como históricos, escénicos, recreativos y hogar de múltiples especies por parte del Inventario Nacional de Ríos de Estados Unidos, no sorprende que los estadounidenses acostumbren viajar corriente abajo, ya sea en cruceros, lanchas, balsas o kayaks.