Lana sube, lana baja

Es importantísimo tener claro dónde estás parado con tu pareja cuando se trata de dinero. Y es que, aunque parezca “de mal gusto”, es básico hablar de lana para evitar problemas.

- Por Mario Guerra

Dicen que hay cosas que no se mezclan, como el agua y el aceite, y otras que, más allá de la química, parece que no se deberían de mezclar, por ejemplo, el amor y el dinero. Pero eso es porque nomás no le agarramos el modo. Para muchos incluso está prohibido hablar de dinero con su amorcito porque “donde dos se quieren, el dinero es lo de menos”, pero la realidad es que es algo súper importante en una relación. El dinero representa cosas distintas para cada persona: para unos es seguridad; para otros, poder; algunos lo consideran una fuente de comodidad y no falta quien lo vea como algo sucio, con aquello de “lávate las manos que acabas de agarrar dinero”. No voy a hablar de microbios, pero sí de lo que pasa cuando el amor y el dinero empiezan a ser un tema en una relación.

Dime cuánto ganas y te diré quién manda

En la pareja, el dinero puede tener, al menos, dos puntos problemáticos: cuánto se gana y cómo se gasta.

¿CUÁNTO GANAS?