El peso de sentir demasiado

Te enfrentas al dilema de que todo te pega dursimo? Incluso cosas que no tienen nada que ver contigo? Puede que tu empata est por los cielos y no es bueno ni malo, pero ah est y ah se va a quedar as que aprende a lidiar con ella.

- Por Aura Medina. Ilustración Fabián Rivas

¿Cómo? ¿Se puede ser demasiado sensible? ¿Qué significa eso? He relacionado este tema conmigo y personas a mi alrededor durante años: “tu problema es que eres muy sensible”, “todo te afecta”, “necesitas tener la piel más gruesa”, etc. A mí, desde niña, me han afectado de masiado las cosas, especialmente temas como maltrato infantil, injusticia social y crueldad hacia los animales. En el siglo pasado, literalmente, me enteraba por el periódico, la tele o el radio de todas las cosas horrendas que pasaban en el mundo. Hoy me los encuentro continuamente en las redes sociales y me enfrento al dilema de no saber qué hacer con tanta información dolorosa. ¿Qué se hace? ¿Ignorarla? ¿Darle un like, poner una carita triste o enojada y seguir mi vida como si nada? Me parece terrible y cada vez me quedo con el corazón más apretujado.

Hace tiempo que no pensaba en esto, sin embargo, es algo con lo que vivo cada día; pero no estoy sola, es un asunto que afecta a muchos. De entrada, la palabra “demasiado” tiene una connotación negativa; parecería que lo que percibe una persona “demasiado sensible” es exagerado y que en realidad no le da a las cosas su verdadera dimensión. Así me he sentido desde niña, como una exagerada. Sobre todo, al haber crecido en una familia en la que expresar tus emociones no solo no era bien visto, sino que no estaba permitido sentir ni expresar demasiado, a menos que fueran puras cosas “positivas”, claro que yo era la loca, la dramática, la exagerada, la demasiado sensible. Y no tendría que ser considerada así.