Por si no sabías, aprender a levantarte cuando te caes es lo que más te va a servir para alcanzar la plenitud en tu vida. Y aunque hay gente a la que se le da más fácil, también es algo que se puede aprender; lo importante es querer.
Volver a subirte al caballo, levantarte cuando te caes, etc., etc. Existe una palabra para eso y es resiliencia. La única forma de reconstruir tu vida después de un putazo es trabajando hacia un cambio. Las personas resilientes parecen tener la capacidad de regular los circuitos subcorticales del cerebro en condiciones de estrés, ¿pooor? Una de dos, o así nacieron o han trabajado toda su vida para lograrlo. Después de varias caídas, levantarte se puede volver como manejar; o sea, si recorres esa carretera suficientes veces, la respuesta se puede volver automática.
La cosa es que no todas las personas nacieron con ese chip, pero no importa, igual si se quiere, se puede. La mayoría de nosotros vamos a sufrir más de un evento traumático en la vida: divorcios, despidos, muertes, accidentes, y más nos vale ponernos las pilas para saber volver a empezar cada que nos pase algo.
RESILIENCIA, OH, RESILIENCIA
¿Te has dado cuenta cómo dos personas reaccionan de formas completamente distintas a un mismo evento traumático? Algunos se desbordan emocionalmente, llenos de incertidumbre sin saber qué hacer; otros agarran la mentalidad del ya pasará y se ponen a resolver. ¿Cuáles crees que son los resilientes? Pues los que no se tiran al drama y se levantan. Pero no es de a gratis, le han metido tiempo y esfuerzo para convertirse en eso.
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